Querida persona que está al otro lado de la pantalla, primero de todo quiero darte las gracias de todo corazón, si lees esto es porque confías en mí y en mi trabajo. Tu apoyo significa mucho para mí.
Sé que Camino Amable nos va a llevar a ti y a mí a un lugar fértil en el que vamos a cultivar el vínculo con nosotras mismas y con el mundo. Continúa leyendo, que te cuento un poquito más.
Si me sigues en insta ya lo sabes, y si no, te lo explico: en la biografía del perfil me defino como activista de la ternura y mi amiga Adriana, que si no la conoces, te recomiendo muchísimo que vayas a leerla a Prosa, dice que Instagram va muy rápido y ella, pues no tanto, y a mí me pasa un poco lo mismo.
La gente corre tanto
porque no sabe dónde va,
el que sabe dónde va,
va despacio,
para paladear
el ir llegando.
Gloria Fuertes
Seguiré compartiendo desde esa plataforma, claro que sí, pero todavía estoy viendo de qué manera para respetar mis ritmos.
Lo que sí tengo decidido es esto que estoy haciendo mientras tecleo: escribirte una carta con tiempo y sosiego, que sea fuego y raíz, a la que he llamado Camino Amable, y ¿por qué así? Pues porque quiero que nos demos la mano mientras tejemos red y nos acompañamos en un paseo en el que te cuento cosas que vivo en mi cotidiano.
Mi misión con Camino Amable es invitarte a crear espacios propios llenos de magia en tu cotidianidad, para así aliviar el agobio, las prisas y el sinsentido en el que andamos metidas más a menudo de lo que nos gustaría. Acompañarte a que descubras que tienes la capacidad de hacerte la vida más apetecible ritualizando momentos de tu día.
¿Por qué las cosas más cercanas a menudo eran las más difíciles de ver?
Claire Keegan
A mí, por ejemplo, me sienta muy bien pasear, que me dé el aire. Y lo sé porque muchas veces me genera el mismo efecto que un paracetamol cuando tengo dolor de cabeza.
Para mí, una manera de crear magia es hacer sagrado cada paseo del día, aunque solo sean los siete minutos que hay desde que bajo del bus hasta llegar al trabajo. Saborear la vida desde lo sencillo sin tener que hacer mucho más de lo que ya hago.
Y con sagrado me refiero a que ese tiempo se convierta en un momento de veneración y respeto hacia el bienestar propio.
Creo que darle valor y espacio a eso que ya te genera bienestar abre otros caminos para conectar con tu disfrute. Y no sé a ti, pero a mí a veces se me hace difícil lo de disfrutar.
Leer esta carta puede convertirse en uno de esos momentos mágicos para ti. Ojalá.
La cosa va así:
Vas a recibir un correo de Camino Amable de vez en cuando, quizás cada dos semanas, quizás una al mes, ya veré. Quiero alumbrar estas cartas respetando mis ritmos y que no se conviertan en una obligación; que escribirlas sea más bien un acto de fe.
Las enviaré acorde a la gestión del tiempo en medio de la crianza, la casa, un trabajo por cuenta ajena y otras tantas cosas más. Si no te apetece recibirlas más, contestas a este correo diciendo que no quieres y ya está, no tienes que dar ninguna explicación y no hay compromiso alguno.
Lo mismo te recomiendo Los pequeños amores. Una peli sobre la relación madre-hija que se me hizo tan cercana como hermosa.
Como te hablo de lo mucho que me está acompañando el oráculo al que pertenece la imagen que muestro a continuación y de los lugares tan bonitos a los que me está llevando.
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Probablemente, en futuras cartas, anuncie algún taller online y seguro uno presencial al que estoy dando forma con otras mujeres talentosísimas.
Se me ocurre que quizás te envie un audio contándote una reflexión propia sobre un tema concreto de viva voz. Iremos viendo qué encaja en este espacio.
Y quiero contarte que antes de iniciar este Camino Amable contigo, he vuelto a escucharme a mí misma en una entrevista de radio que se emitió el 18 de enero de 2023 en la emisora de la ciudad en la que vivo, un día antes de hacer la presentación de Maternarme, el poemario ilustrado que tengo autopulicado, por si la Vero del pasado había dejado algún mensaje para la Vero del futuro, y vaya si lo hizo.
De todos los que me lanza, me quedo con este: Atraviesa el proceso de crear y confía en que va a salir algo acorde a lo que quieres transmitir; si te acompaña a ti, acompañará a las demás, aunque a ratos estés confundida o te desesperes, siempre valdrá la pena.
Todavía no sé muy bien qué va a salir de todo esto, pero elijo confiar y escribir, inspirarte a que transformes esa energía que usas al sobrepensar en algo apetecible, que crees momentos en tu vida que sean ilusión y bálsamo. Que cultives el asombro.
Y bueno, desde niña, como te he contado al inicio, el mensaje con el que me he movido por el mundo es la ternura, aunque me haya costado muchos años aceptarlo y haya aprendido a darle la vuelta como a un calcetín, al principio un poco por superviviencia y ahora por convicción.
Porque reivindicar la ternura sin querer, solo porque a una le sale así, en este mundo en el que vivimos, te cuento que no ha sido nada fácil y a la vez, atravesar eso me ha ayudado a conectar con mi poder interno, con mi fuerza natural, que se ha manifestado a lo largo del tiempo de manera inconsciente y ahora elijo accionar conscientemente, escribiendo todo esto que lees.
Solo hace falta estar un ratito en Llegadas de tu aeropuerto más cercano para darte cuenta de toda la ternura que nos habita. Quiero acompañarte a que descubras esa ternura que eres y que te rodea para hacerte el Camino más Amable.
No te limites si te nacen ganas de contestar al correo, estaré más que agradecida de que me cuentes qué te mueve todo esto, si te enciende como a mí o si te surgen preguntas.
Siéntete libre también de compartir fragmentos de la carta con otras personas o en Instagram, esto está escrito para que se expanda. Recomienda Camino Amable si te apetece.
¿Quieres averiguar en qué se va a convertir este espacio y cada cuánto tiempo enviaré estas cartas? Quédate y a ver qué pasa. Yo estoy deseando descrubrir a qué lugares me lleva escribirlas y que me cuentes a cuáles te lleva a ti leerlas.
Un abrazo grande.
Vero
Camino Amable es gratis. Quizás en un futuro ofrezca contenido exclusivo a suscriptores a cambio de una cuota, como si pagaras Netflix pero para acceder al material que creo yo misma. Aunque para eso todavía falta algún tiempo (o quizás no tanto). Iremos viendo paso a paso en el Camino Amable.
Claro que me quedo a leer tus cartas el tiempo que decidas escribirlas.
Gracias por compartir trocitos de tus caminatas y amaneceres, y sobre todo el cómo hacer sagrado lo chiquito; en eso creo que eres maestra y que necesito aprender mucho de ti. Yo también quiero notar lo sagrado, sorprenderme ante lo sagrado y tanto, tanto, tanto respetarme lo sagrado.
Gracias por la generosidad de sieempree y por la red que me tiendes todo el tiempo, amiga.